MANUEL BELGRANO EN SANTA FE, CAMINO DEL PARAGUAY - Revista Belgranianos Nº3

 Dr Diego Reynoso Mántaras

El 5 de junio de 1810, el coronel José Espínola y Peña, enviado por la Junta, llegó a Santa Fe e informó la constitución del nuevo Gobierno, entregando al Teniente Gobernador Don Prudencio María Gastañuduy, una serie de pliegos y documentos: La Proclama de la Junta Provisional; la Circular de Don Baltasar Hidalgo de Cisneros comunicando su abdicación; el Bando del Cabildo de Buenos Aires de fecha 25 de Mayo y  la Circular del 27 de Mayo, invitando  al  envío  de un diputado1. Consigna Gianello que “Fue Santa Fe la primera población del actual territorio argentino que adhirió a la causa de Mayo. Pueblo y gobernador dieron muestras de su manifiesta simpatía”.



   Manuel Belgrano, vocal de la Junta de Buenos Aires, fue nombrado al frente de las tropas que debían operar sobre la Banda Oriental. Esta expedición no se realizó dado que, previamente, el gobierno de Buenos Aires tomó conocimiento de que fuerzas de Velazco, gobernador de Paraguay, habían penetrado en Misiones en razón de lo cual, se ordenó a Belgrano marchar en primer término al Paraguay.
Para ello, el 22 de septiembre de 1810, el gobierno le expidió despacho de general en jefe de la expedición militar destinada a “…auxiliar con la fuerza armada a los pueblos de la Banda Oriental, Santa Fe, Corrientes y Paraguay, para ponerlos a cubierto de cualquier insulto o vejamen que puedan sufrir por los enemigos de los derechos de los pueblos”.  En definitiva, la misión de Belgrano consistía en imponer la autoridad de la Junta de Buenos Aires en Paraguay o eventualmente, favorecer un gobierno local con el cual vincularse de manera propicia.
   Cuando el gobernador de Santa Fe, Coronel Manuel Ruiz, tomó conocimiento de la expedición, inmediatamente ordenó al alcalde de Rosario, don Isidro Noguera y al comandante de milicias Pedro Moreno, asistir a las huestes patriotas. A su vez, Moreno designó a Gregorio Cardoso al frente de un batallón rosarino, fuerzas que junto con voluntarios de Coronda y San Lorenzo, se incorporaron el 27 de septiembre a las tropas reunidas en San Nicolás, donde se presentó el general Belgrano el día 28, acompañado por doscientos soldados.5  La expedición continuó su marcha hacia Santa Fe, incorporándose en el trayecto pequeñas partidas de gauchos de la provincia. 
   El 1º de octubre de 1810, el cabildo de Santa Fe, informado por el Teniente Gobernador de la proximidad de la Expedición, nombró como diputado a Pedro Aldao para que cumpla en darle la bienvenida al representante de la Junta de Gobierno, con demostración del celo y patriotismo de todo el vecindario.6 
Ese mismo día por la tarde, llegó Belgrano al Paso de Santo Tomé y por la noche cruzó el Río Salado y entró a Santa Fe, donde fue recibido por el teniente Gobernador y el Cabildo, entre vivas y aclamaciones del pueblo de la ciudad.
   Se alojó en el Convento de la Orden de Santo Santo Domingo, congregación a la que era especialmente afín, ya que sus padres habían sido dilectos miembros de su tercera orden.
   “Estoy alojado –comunicó al gobierno– en el Convento de Santo domingo, determinación que tomé para no causar gastos a ningún particular. El padre Isidro guerra y el Prior Fray José Grela, como todos los demás religiosos de la comunidad, me hacen el honor y todos los servicios posibles”.
   A pesar de sus necesidades, todo el vecindario contribuyó generosamente. Entre ellos destacan Don Francisco Candioti,  y Gregoria Pérez de Denis, la primera patricia argentina. 
   También se incorporaron a la expedición los Blandengues de Santa Fe, quedando la ciudad indefensa, pero cubierta de honor. Dice Gianello que:

Antes de resolverse la incorporación de esas tropas, un joven blandengue se presenta ante el general Belgrano: viene a solicitarle que le permita marchar con la primera columna de vanguardia. Es Estanislao López, el que luego habrá de ser campeador de la autonomía santafesina y “Patriarca de la Federación”. 

Belgrano se preocupó muy especialmente del adiestramiento de la tropa, realizando ejercicios en la Aduana, provocando la curiosidad de los vecinos.
Pero las providencias que adoptó en Santa Fe, exceden a las propias de un jefe militar, pues Belgrano es ante todo, un organizador y formador por excelencia.
Preocupado por la educación, reprendió duramente al cabildo y a los padres ante el au-sentismo que comprobó al inspeccionar las escuelas de la ciudad, a la vez que solicitó a la Junta el envío de instrumentos musicales para los indígenas.
También dispuso que se destinaran fondos para la construcción de casas capitulares y cárceles; mandó que se remate el convento de la Merced, que estaba abandonado y ruinoso y tal como había hecho en San Nicolás y Luján, pidió al gobierno patrio que prohibiera sepultar los muertos en las iglesias.
   Profundamente conmovido ante el sacrificio y el patriotismo de Santa Fe, Belgrano otorgó a la ciudad el título de Noble, el cual confirmó la Primera Junta por resolución del 8  octubre de 1810. 
   El 9 de octubre por la madrugada, Manuel Belgrano arribó a la Bajada del Paraná, recibiendo el apoyo de todo el vecindario.
   Los entrerrianos contribuyeron notablemente a la organización de la fuerza expedicionaria y entre todos destaca el Alcalde de Hermandad don Juan Garrigó, designado por el Cabildo de Santa Fe, ciudad donde juró el cargo para el que había sido electo, el 2 de julio de 1810.
El mismo Belgrano lo subraya en un oficio a la Junta:

Gloríese vuestra excelencia que se acercan ya setecientos caballos, que de donativos he juntado y me tiene prontos, aquí mismo el alcalde de este vecindario, don Juan Garrigó: pienso anticiparle las demostraciones de gratitud de vuestra excelencia y tener una parte en la manifestación de reconocimiento que le debe la patria por su actividad, celo y eficacia en servirla.

Fue allí, en Paraná, donde la célebre santafesina Gregoria Pérez de Denis hizo llegar su donación al general en jefe, cediendo todos sus bienes para la Patria. Así se lo dice en la carta que le envía desde Santa Fe, en la que manifiesta

... poner a disposición de vuestra excelencia sus haciendas, casas y criados desde el río Feliciano hasta el puesto de las estacas, en cuyo trecho es vuestra excelencia, dueño de mis cortos bienes para que con ellos pueda auxiliar al ejército de su mando, sin interés alguno.

En la Bajada, Belgrano reunió a fines de octubre 673 hombres, incluidos los Blandengues de Santa Fe, a los que luego se sumaron dos compañías de patricios y la milicia patriótica de Paraná, haciendo un total de 950 plazas.
A fines del mes de octubre, la expedición dejó la Bajada, camino del Paraguay. En el derrotero, Belgrano fundó poblaciones a su paso dejó ley y cultura, en una tarea de verdadera integración territorial.
   Como él mismo dijo, no podía “…ver sin dolor que las gentes de campaña viviesen sin oir la voz del pastor eclesiástico, fuera del ojo del juez y sin ningún recurso para lograr la educación”

Publicado en "Revista Belgranianos" Año 1, Nº 3, Octibre de 2020, ISSN: 2718-6385
C. E.: belgranianoscaba@hotmail.com    Blog: http://belgranianoscaba.blogspot.com/

Editor: Ing. Alejandro Rossi Belgrano        Diseño: Arq. Mariana Rossi Belgrano

© 2020. Registro de propiedad intelectual. Ley 11.723. Se puede citar cualquier parte del contenido de la presente publicación siempre y cuando se mencione la fuente.




Comentarios

Entradas populares de este blog

El Grl. Manuel Belgrano y la devoción a la Virgen de la Merced en Tucumán - Belgranianos Nº2

REVISTA DIGITAL BELGRANIANOS

Gregoria Pérez de Denis Benemérita de la Patria - Revista Belgranianos Nº3