La Virgen Generala en el Barrio de Caballito - Belgranianos Nº1

Ing. Alejandro Rossi Belgrano

Es bien conocida la devoción que sentía el General Manuel Belgrano por la Virgen de la Merced. En la mañana del 24 de septiembre de 1812, momentos previos a la Batalla de Tucumán, oró por largo rato ante el altar de la Virgen.

Luego de la victoria, suceso de fundamental importancia en nuestra historia, Belgrano transmitió al Gobierno el parte de batalla señalando:

 “...La patria puede gloriarse de la completa victoria que han tenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos...“

En esas dramáticas circunstancias no se pudo realizar la solemne procesión, como se hacía habitualmente todos los años para esa fecha, y la conmemoración se trasladó al 28 de octubre, aprovechando tan oportuna ocasión para realizar una misa de acción de gracias por la victoria obtenida.

Fue ésta la histórica ocasión en que Belgrano depositó su bastón de mando entre los cordones del ropaje de la Virgen de las Mercedes, mientras era llevada en procesión hasta el campo de las Carreras, en donde se había librado la batalla. José María Paz, testigo de los hechos explicó:

 "...Repentinamente el general deja su puesto y se dirige solo hacia las andas donde era conducida la imagen de la advocación que se celebraba, la procesión para, las miradas de todos se dirigen a indagar la causa de esta novedad; todos están pendientes de lo que se propone el general quien, haciendo bajar las andas hasta ponerlas a su nivel, entrega el bastón que llevaba en su mano, y lo acomoda por el cordón, en las de la imagen de Mercedes. Hecho esto vuelven a levantar las andas y la procesión continúa majestuosamente su carrera..."

 En la época en que Belgrano llegó a Tucumán había dos imágenes de la Virgen de La Merced. Una de ellas, la imagen más conocida, que preside actualmente el altar de la Parroquia de la Victoria, llamaba popularmente "La Chica"

La otra imagen era conocida como "La Grande", y había sido adquirida con los fondos aportados por la Cofradía en 1787. 

Era la imagen procesional que se sacaba habitualmente en los días festivos. Estaba en custodia de la “familia camarera” que se ocupaba no solo de guardarla y rendirle culto, sino de mantenerla en condiciones, junto con la vestimenta y las joyas de la Virgen. Tenían a cargo esta función Manuel Carranza y su esposa, Josefa Tejerina.

No existe plena evidencia sobre a cuál de las dos imágenes entregó el General Belgrano su bastón de mando en la jornada del 28 de octubre de 1812, relatada precedentemente. 

Al cumplirse el primer centenario de la Batalla de Tucumán, el obispo solicitó a Pío X que se coronara a la Virgen Chica. 

La ceremonia se llevó a cabo el 24 de septiembre de 1912, en San Miguel de Tucumán, con gran lucimiento. 

Los descendientes de la familia camarera, se sintieron desairados, y decidieron entregar la Virgen Grande a los Padres Mercedarios. Pero para entonces, los miembros de esta congregación ya no estaban en Tucumán. El último de ellos, Fray Juan Felipe Retro, había fallecido en 1845 y por ello la Virgen Grande fue traída a Buenos Aires por dos religiosos de la Orden en 1913. 

Por ese tiempo, estaba apenas iniciada la construcción de la gran basílica de Nuestra Señora de los Buenos Ayres, ubicada en el barrio porteño de Caballito, en la esquina de avenida Gaona y Espinosa.  Tan grande fue la alegría al recibir la sagrada reliquia que se reservó para ella el Camarín, originariamente destinado a la Virgen de Buenos Aires, titular del templo, situado en el primer piso. 

Sin embargo, y en forma provisoria mientras se llevaban a cabo las obras, fue entronizada en la antigua capilla, construida en 1894, que se encontraba en la esquina de la calle Gauna, hoy Gaona, y Espinosa (por aquellos tiempos era sólo un proyecto de traza) y llevada por primera vez en procesión el 24 de septiembre de 1913. 

El actual templo, de estilo neogótico lombardo, siguiendo un proyecto del arquitecto salesiano Ernesto Vespígnani, fue inaugurado el 3 de diciembre 1932.

Actualmente allí puede visitarse a “La Virgen Grande” en el Camarín de la “Virgen Generala” y evocar una de las páginas más gloriosas de nuestra historia. 

Rodean a la sagrada imagen gran cantidad de presentes, que hacen de los laterales del altar un pequeño museo. Allí se encuentran los sables del Tte. Gral. José Uriburu, del Cap. Gral Justo José de Urquiza, del Gral. Manuel A. Rodríguez, del Tte. Coronel Julio Mansilla, etc. También la banda y faja impuestas en 1943 por el entonces presidente de la Nación, Gral. Ramírez. Antiguos vestidos de la Virgen Generala traídos de Roma por el Padre José Prato. 

En una caja de vidrio puede observarse una réplica del bastón en marfil con empuñadura y regatón de oro, que fue encargado a Joaquín Belgrano, hermano del General,  poco después de la batalla y que reemplazó al sencillo bastón de caña que había ofrendado Manuel Belgrano originalmente. Este obsequio fue realizado por el Cnel. Dr. Claudio Morales Gorleri, miembro de número del Inst. Nacional Belgraniano en 2012. 

Antiguas medallas, tallas en madera, bustos de bronce y muchos otros objetos que hablan a las claras de la devoción mariana y patriótica que despierta la imagen. 

En la antesala puede observarse una copia caligráfica del dictamen de la Academia Nacional de la Historia, realizado por Pastor Servando Obligado, durante la presidencia de Enrique Peña.
La Virgen Chica, como no podría ser de otra manera, también se encuentra custodiada en un gran templo, el Santuario de La Merced, sede de la Parroquia de la Victoria, en Tucumán, inaugurado y consagrado el 24 de Setiembre de 1950.
Entre las muchas reliquias que atesora sobresale el Camarín de la Virgen, que fue declarado Monumento Histórico Nacional por Decreto nº 9.059 del 5 de Agosto de 1957 y en él la preciosa imagen de la Virgen Chica (sobre este Santuario esperamos realizar una publicación en breve). 
Ambas imágenes son un sagrado recordatorio del valor y la fe de nuestro pueblo. 

Bibliografía:
Furlong, Guillermo, “Belgrano, el Santo de la espada y de la pluma”, Bs. As, Club de Lectores, 1974.
Petrelli Gigliola, “Belgrano y la Virgen de la Merced” en “III Congreso Nacional Belgraniano. Belgrano Siglo XXI”, Inst. Nac. Belgraniano, 2010.
“Patrimonio artístico nacional: inventario de bienes muebles. Ciudad de Buenos Aires”, Vol. 3
Bruno Cayetano SDB, “Nuestra Señora de las Mercedes en la vida del General Belgrano”, I Congreso Internacional Mercedario “Los Mercedarios En América”, Santiago de Chile, 1991. Inst. Hist. de la Orden de la Merced, Tomo XI, Roma, 1992.
Brunet José, “Santa María de los Buenos Aires: origen y trayectoria“, Consejo Nac. de Educación, 1968.

Publicado en "Revista Belgranianos" Año 1, Nº 1, Agosto de 2020, ISSN: 2718-6385

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